El olimpo digital.


“SOBRE VERDAD Y MENTIRA EN SENTIDO DIGITAL”


“Efectivamente, nosotros, los espíritus libres, ante la nueva de que el Dios antiguo ha muerto, nos sentimos iluminados por una nueva aurora, nuestro corazón se desborda de gratitud, de asombro, de expectación y curiosidad, el horizonte nos parece libre otra vez aun suponiendo que no aparezca claro; nuestras naves pueden darse de nuevo a la vela y bogar hacia el peligro: vuelven a ser lícitos todos los azares del que busca el conocimiento; el mar, nuestra alta mar se abre de nuevo a nosotros, y tal vez no tuvimos jamás un mar tan ancho”.

La Gaya Ciencia, F. Nietzsche

El Dios antiguo ha muerto, y la realidad “creada” por el hombre en su continua búsqueda de sentido se plasma en la palabra, en el concepto, o en la pura abstracción: la imagen. El hombre es creador del nuevo mundo, de su mundo, y lo construye “a su imagen y semejanza”. El “hombre máquina” se crea y se describe a sí mismo, se plasma numéricamente en “unos y ceros”. La máxima expresión de todo ello es la “digitalización” de la vida. El hombre de carne y hueso que nace, crece, vive y muere es binario, se trasciende a sí mismo y para sí mismo crea un mundo de posibilidades infinitas, pero de naturaleza finita.

En profunda contradicción podemos decir que el hombre no es creador, sino trepador por árboles ajenos. ¿Verdad o mentira?

Quizá Dios no haya muerto, o quizá sí. Quizá hemos traspasado el yugo de la costumbre y el ejemplo y nos hemos creado de nuevo a nosotros mismos exentos de prejuicios o quizá tan solo hemos transformado nuestra forma de vagar, y los dioses, burlones, navegan cual genios malignos engañadores por las aguas de ese nuevo mundo, Internet. ¿verdad o mentira? 1 ó 0, esa es la respuesta.


EL ARTÍFICE DE NUESTRO TIEMPO

La mitología Griega fue la forma de explicar el devenir, dentro de un cosmos que se suponía ordenado. La naturaleza humana era representada por Dioses; ellos eran la manifestación etérea de nuestras pasiones, de nuestros vicios, del dolor, del placer, de la vida y la muerte.

En el salto del mito al Logos, la dialéctica Fisis/Nomos en Grecia fue la explicación “racional” del por qué y el para qué de las cosas. El hombre intentaba explicar una realidad, en términos de causas eficientes y causas finales. En el momento en que esos dioses dejan de dar sentido a nuestra estructura conceptual del mundo, el hombre es el puro artífice e intérprete de lo que en él sucede. Lo crea y lo interpreta. ¿verdad o mentira? Quizá no es creador, sino trepador de árboles ajenos, repetidor de una concepción antigua del mundo de la que no se puede desligar. Dios ha muerto o no ha muerto, la cuestión es que las funciones de los Dioses Griegos se plasman en Internet.

Internet es la más rápida y novedosa forma de comunicación humana. Pero como todo lo humano tiene una cara y una cruz: un 1 y un 0. Se habla hasta la saciedad de las virtudes y los vicios de Internet, se personifica la pura creación del hombre, muchas veces sin ser conscientes de que somos los artífices, a nuestra imagen y semejanza. Las luces y sombras, la cara y la cruz, la verdad y la mentira, la contradicción tan puramente humana forma parte de Internet. La sabiduría, la muerte, el sexo, el amor, la guerra, la política, la enfermedad, el deseo, el dolor, el placer, el juego, el arte, la música, el conocimiento, la naturaleza, todo eso es Internet. Internet es el Dios de la comunicación. Internet es la comunicación Humana de poder sobrehumano, casi Divino.


EL OLIMPO DIGITAL

EL DIOS DE INTERNET: El gran ojo que todo lo ve, que todo lo juzga, el todopoderoso que te hacer feliz, que te puede aniquilar, que te hace hombre, casi “superhombre”, que te enamora, que te engancha, que te sublima y saca lo peor de ti, el juez y la parte de todo lo que acontece.


CIRCE: La Diosa hechicera, que nos enamora y nos absorbe, representa la esencia del engaño femenino, de las bajas pasiones y la atracción más visceral que puede absorber toda nuestra energía sin que nos percatemos. Es el punto negativo de Internet, que te engancha y a veces te engaña. Es el sexo fácil, con artimaña, es la prohibición, la inmoralidad, la ruptura de los límites, el bajo fondo, el subsuelo más profundo. Es el mal uso de Internet, que permite llevar a cabo nuestros deseos más innobles. Es la parte oscura, la que necesariamente se da en ese gran todo. Inevitablemente, al ponerse el sol, acontece la oscuridad. En la lucha de contrarios, todo cabe. Es la necesidad, sin bien no hay mal, sin luz no hay oscuridad, sin “1”, no hay “0”.


AFRODITA: Diosa del amor, la lujuria, la belleza, la prostitución y la reproducción. Características todas que podemos encontrar en Internet. Es el doble juego (el 1 y el 0), entre lo bello y lo feo, la productividad y la destrucción, el progreso y el retroceso, el amor puro y el puro deseo. Su papel secundario en la historia de Eros y Psiké representa la prohibición y la permisión al unísono. La doble moralidad, que permite la virtud y el vicio, unidos en una sola representación. La Historia entre Eros y Psiké representa el amor ciego, el desengaño y la reconciliación, que viene dada del arrepentimiento. Una vez más, todo ello lo posibilita el gran artífice.

ARES: Es la violencia pura, las malas artes, la representación de la fuerza bruta, el tumulto y la confusión. Es la destrucción, la violencia de ciertos contenidos. Es la doble intencionalidad humana, la lucha de contrarios, los malos entendidos provocados por la falta de tono, la debilidad de la palabra escrita y leída a la hora de interpretarla. La desconfianza de los griegos en Ares está plasmada en Internet. La desconfianza que produce la red es la que nos hace ser comedidos, al igual que nos hace errar el exceso de confianza. Es lo que se dice sin pensar y lo que se piensa sin decir, ocultando esto último bajo el disfraz de lo primero.



APOLO: Dios de la luz, del sol, la verdad y la profecía. El sol todo lo ve, pero ha de enfrentarse a su contrario. Apolo es el que esclarece la verdad, pero también podía traer la enfermedad y la plaga, teniendo a su vez la posibilidad de curarla. De nuevo el doble juego. Es la parte positiva de Internet, la imposibilidad de mantener la mentira eternamente. La verdad siempre se acaba viendo, el sol la ilumina y nos la hace inteligible. Es la pura representación de las relaciones humanas, que van cambiando, y que también por la red tienen que alcanzar un grado de estabilidad. En ese sentido es imposible mantener el engaño.


Texto: Ana Tamara Martinez Domene y José Ignacio Prieto del Pico.
Fotos: José Ignacio Prieto del Pico.

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